miércoles, 29 de abril de 2009

Invitación a la poesía

Por Álvaro Urrutia

Sabidos son los muchos escollos que debe superar la poesía en estos días. Luchar, en un primer momento, con una sociedad que poco entiende de tiempos de reflexión, de los tiempos de la poesía. Entonces nos apuramos, desentendiéndonos del problema, a responsabilizar exclusivamente a los gobiernos militares, y al frívolo neoliberalismo, del estado en que se encuentra la cultura. Un segundo momento, que es una problemática a la que los poetas no pueden hallarle culpables externos, es la arbitrariedad por la que se rigen la difusión de obras en las distintas revistas de poesía, y en la entrega de premios o becas a poetas. Así vemos cómo muchos poetas menores se pasean mostrando como grandes logros premios y becas, que ganaron en algún concurso en que era jurado algún colega amigo, y a grandes poetas maltratados por la crítica o desdeñados. Así, las revistas realzan a un poeta sobre otro, por un capricho que pocas veces justifican seriamente. Entonces le hacen a un poeta una entrevista, sin dejar que hable demasiado de su obra, interrogándolo sobre la de otros, con la que el entrevistador simpatiza. Los medios de manipulación son muchos y nunca bien intencionados. Estos mercaderes alimentados por un snobismo cultural que siempre los respalda, son los verdaderos enemigos de la poesía: precoces, apurados a definir qué es poesía y qué no lo es, clausuran el acto libre de la creación.
Pero, a pesar de todo esto, la buena poesía siempre sale airosa en esta lucha. Un ejemplo actual es la obra del pampeano Bustriazo Ortiz, que a pesar de ser una voz alejada del canon, se impuso hoy en la escena poética. Fotocopias de sus escritos recorrieron la Patagonia, pasando de mano en mano y de boca en boca, obligando a que se ponga atención en su poesía. Análoga es la suerte que corre la obra de Osvaldo Costiglia, este gran poeta bahiense, del que hoy se me ha encargado hacer una selección. No llegué a su obra por haber leído sobre él en alguna revista, ni porque me hablaran de premios o menciones que haya recibido. De boca de Guillermo David me llega la primera recomendación de leerlo. Pocos días después, en la marcha del 24 de marzo de 2005, tuve la segunda recomendación de su propia boca, mientras hablábamos de Manuel Castilla. Entre el tumulto y los cantos de la multitud contra el olvido, Osvaldo nombró a Walter Adet, otro gran poeta salteño, y con suave voz, me recitó, de memoria, el poema “Los oficios”. A pesar del ruido de la marcha, su voz se dejó escuchar con excesiva claridad, y me hizo reconocer casi instintivamente la genialidad de ese poema. Sin duda esa voz suave, hermanada con el silencio, era la voz de un verdadero poeta.
Las casualidades, o las causalidades, me han dado la posibilidad de conocer la gran obra poética de Osvaldo Costiglia. Posibilidad que espero poder pagar al menos en parte con esta selección de poemas, que pretende incentivar la lectura de este poeta de Bahía, ¡perdón! EL POETA de Bahía.
He optado por exponer sus poemas cronológicamente, de modo que se pueda seguir la “evolución” y los movimientos de su pensamiento. He tratado que queden expuestos los temas que considero de mayor importancia en su poética: el tiempo y la realidad política. Ambos están ligados estrechamente. El pasado siempre vuelve, son las voces de los ausentes y son las voces del olvido y de la memoria. Nos dice: “Hablo en la boca con otra lengua /en la que mi lengua se enreda...”. El presente le hace sacar la mano de la manga del sacón “para tocar el árbol de la esquina /como si fuera un hermano nocturno /e impasible.” El futuro lo invita a poner “en la mesa tres o cuatro vasos /para dos o tres improbables /convidados por la blancura del olvido”.
En su poesía siempre está presente, lo que él llama, refiriéndose a Giannuzzi pero que podría haber dicho de sí mismo, una “vibración ética”. Vibración ética que lo hace volver al pasado, al de la larga noche de la dictadura, a dialogar con la memoria y con la culpa del olvido. Así, la poesía de Osvaldo, deviene política por propia elección. La política y la poesía se “interpenetran e implican mutuamente”, nos dice en el prólogo a su antología Poesía y Política, y completa: “La poesía debería, tal vez, encarar la política desde esa condición de búsqueda de una palabra que no aparezca en los discursos, una palabra única e irrepetible, pero que lleve luz a ese terreno arduo y transitado por multitudes.” Esta es, sin duda, la principal intención de su poética.
Todo lo que pueda seguir diciendo sobre esta obra estaría de más. Sólo me queda invitarlos disfrutar de los poemas que he seleccionado.


seleccion de poesias por álvaro urrutia


CANTO OSCURO EN EL AIRE DE LA MAÑANA

“Como mi sombra contra el muro
cuando me acerco a la luz baja”.
ALTOLAGUIRRE

He caminado absorto en la mañana límpida,
y en la calma de los pájaros cantando,
la ceniza olvidada de otros pasos y otros días,
su torpeza de saurio, si irguió con las fauces arenosas,
en aguda perduración de brea, cristalizada y lagrimal,
babeando un rocío seco, hechizado,
sobre la memoria... empozada,
allí en los sueños, donde la esperanza parece inmutable,
aún huyendo.

Un apetito de extinción otorgado
por la corona de unos labios, la sensación
aguda y dolorosa en la levedad de las despedidas
y los remordimientos, como una sangre errante,
donde mis muertos buscan una eternidad suave e intima
y hacia donde, como niños dóciles y desvelados
por un oscuro sentido, han caminado de la mano.

Sé, no obstante, que todo caminar renueva las sendas,
que siempre se es extraño, que no sabré jamas
lo que acarrea mi espalda.

Como un ladrón furtivo he llenado la bolsa
tanteando en la oscuridad
a la espera del día, que revelaría mi tesoro.

La noche se me antoja interminable,
así que esta mañana tan soleada,
tal vez sea un sueño, donde reposo y miro
ascender las llamas del silencio hacia las nubes,
con el simétrico estupor de las aguas
sofocando la trasparencias de los espejos.
B.B, 19/03/1974. El laberinto giratorio (1972/1979)- Edic. Filibustería, Madrid, 1993.

DEBO HACER ALGO TODAVIA

Debo saludar las voces que ignoré
resentir el olvido que me eligió
traducir el lenguaje de la fiesta
a la luz de su final
decirles a los cantores
que allí estaré
plantado en la neblina
apoyado en la madera
a cuenta de sus crujidos
las manos perdidas en las tareas
incomprensibles de la vejez
recogiendo los restos de la mesa
para iniciar la ceremonia de las cartas
y educar a lejanos amigos
en los relatos de la luz menguante
en los relatos de la desmemoria.
B.B., 24/04/1996. Condenaciones y Resplandores (1995/1996)- inedito.

MINIMA ELEGIA DEL TIEMPO
El tiempo, el tiempo: oh, dolor
olas de esplendor envejecido,
de risas, de esperanza,
el tiempo, el tiempo: alguien
me habla detrás de su niebla
con suave voz despreocupada.
El verano y la noche,
la maravilla del amor
en un antiguo libro,
bajo un palio de luz.
El tiempo, el tiempo, ya,
puro dolor
B.B.,12/03/1993.Umbral del resplandor (1993/1999)- Edición de autor- colb. Fondo Municipal de las Artes – Bahía Blanca, 2001.

ALGUIEN VENDRA
Llueve y es un día banal. Almuerzas
en cuclillas sobre tu corazón.
Quien abriera la puerta se ahogaría
en esta niebla lenta, cansina,
ablandada en las hojas oscuras,
de arboles presentidos.
El día se va, una fiesta antigua
preludia su fin, y callan los irrepetibles
demonios del canto.
¿Qué dirías al que abriera esa puerta?
¿Dirías que se acerque, que llueve,
que diluvia la tristeza?
¿O tal vez que se vaya, adiós simplemente,
puesto que la vieja señora nos mira
entrar ya en su reino?
B.B.,01/11/1993.Umbral del resplandor


CONSTATACION
Síntesis inasible,
detrás, el muro infranqueable,
el escándalo secreto
de los veranos perdidos,
la sombra de los árboles
de sus calles.
En ellas, la esperanza.
No es el mismo lugar,
apenas ha cambiado,
sin embargo
alguien se movió,
altero la geometría
de la felicidad,
giró su espalda,
o dijo adiós.
B.B.,08/09/1994.Umbral del resplandor


INSTRUCCIONES
PARA UNA CRITICA A UN POETA MENOR
Aguardábamos la palabra. Y no llego. No se dijo a sí misma.
JOSE ANGEL VALENTE

Dí, alguna dicha alimentó su vida
pero nunca supe cuál fue.
De todas maneras, a su poesía no llegó,
con todo ese aire envejecido
del que mira desde lejos los márgenes,
recogiendo algunas flores,
dejando que su mano se moje
en la espuma del agua,
en el enigma de las distancias.
Dí, lo ví empequeñecer en su sonrisa
En clave de pena,
como si esperara en vano una estrella
en el vivac de vientos de la hoja,
o aprisionara una poética errada
bajo su almohada.
Dí, anudó migajas de la memoria,
casi rozó el misterio, tuvo miedo
y se hundió.
B.B.,10/01/1994.Umbral del resplandor.

EL VACIO
Este diente que muerde el labio
Activa una duda sobre la existencia
de una historia personal,
reconstruída con palabras
que no concuerdan,
dañadas por el tiro parabólico
del presente sobre la retaguardia
de los pasos.
Hay frases que giran
como la ronda de un sospechoso
en barrios tranquilos
sin ninguna relación con él,
salvo la furia.
Los fragmentos de un discurso,
en este costado del sur,
cuando ya es tarde para el error,
insisten en atravesar mis días:
viento en las hojas, temor y temblor.
B.B., 27/04/1996. Umbral del resplandor.

ESTO QUE DIGO
Esto que digo, es como si dijera
voy a agregar algo a la voz ausente,
voy a llamar a quien no puede escuchar.
De todas maneras, llamaré:
las estrellas parecerán más lejanas,
la noche se aquietara
bajo los párpados.
Me quedare un rato, mirándolas,
hasta que el frío
me devuelva a mi cuarto.
B.B., 01/07/1997. Umbral del resplandor.

PARA PENSAR
Para pensar el ojo que devela
lo que esta en el provisorio símbolo
del día.
Para decir, no así o de otro modo,
dos o tres líneas de belleza,
deberías caminar contra ti mismo,
quebrar tus pasos, dar una voz
en el jardín del fondo,
donde amontonas ramas secas,
hojas que ablanda la pudrición
y el invierno lamina de frío.
Será poca cosa el recupero,
casi nada, más bien:
una palabra sola, una sola,
que no disfrace, que diga,
que resista.
B.B., 07/07/1997. Umbral del resplandor.

DOMINGO
Viaje hacia atrás del cráneo,
donde las manos entrelazadas,
reponen la respiración del domingo
a esta cabeza en acecho,
moviéndose hacia la calma
de su final.
Así, de tanto en tanto
miro lo que el tiempo abandona
y no digo nada
que pueda apartarme
del roce lento y pausado de la vida.
Si tengo miedo, es que hay
paisajes donde ni siquiera puedo sentir
el paso de las sombras.
Tiento así, con los dedos, dos líneas de arena
y trazo la transversal.
No es cierto que la geometría tranquiliza.
El viento en los labios, tiembla,
y desocupa el día.
B.B., 03/09/1997. Umbral del resplandor.



PERFIL DEL PENSATIVO
En la cadena del tiempo,
el hueso es la ultima herencia
que pulió la arena.
Todavía viaja
en su hueco la fiebre
del desierto de la vida:
un vacío, la pura luz
de la mirada del ausente.
B.B. 06/07/2000. Ciudades del invierno (1999/2001)- inedito.

TESTIMONIO
Se asilan en la veta gris de la ciudad
los convidados a deshoras,
los ausentes que pueblan el vacío
están siempre en camino
y bailan los ojos de un ciego
entre aires de olvido.
Las convicciones sobre la muerte
atraviesan los sueños:
es el destino de la hoja maltratada
en la tormenta;
no es un sitio placentero,
debí saberlo cuando comenzaron
a obligarme a demostrar mi estado
ante un jurado de enfermos
rebosantes de salud.
B.B. 06/03/2001. Ciudades del invierno.


LLEGANDO AL FINAL
Las mieses del pensar
invadidas por la plaga diurna
hacen que ya no esperes
lo que dices que esperas
porque una laja brillante
debajo del fango
llevada por ríos nocturnos
llega al día nombrada
por las voces contrahechas
de la ciudad.
La mano del naufrago
se hunde en el barro
que amasan los amanuenses
de la muerte.
Te preguntas si al final
no será burlado el burlador.
Te preguntas si lo que rumias
no terminara por destruirle.
Te preguntas si
en los encuentros penúltimos
con enemigos fraternos
la lengua debería
nombrar a los verdaderos asesinos.
B.B. 05/05/2001. Ciudades del invierno.

MEDIANOCHE
La casa de enfrente se ilumina.
En esta noche de vino negro y soledad
me gustaría cantar y proponer un brindis
poniendo en la mesa tres o cuatro vasos
para dos o tres improbables
convidados por la blancura del olvido.
De todos modos el ensueño
encogido sobre la nuez del tiempo
corrobora que la sombra en la pared
coincidió alguna vez con un cuerpo.
Edades de la memoria, edades de la desmemoria
deslizándose como arena
abandonando el fruto al oleaje inmóvil
de las palabras.
B.B., 25/05/2001. Ciudades del invierno.

EN MI CALLE
Se me hablaban las manos esa noche
y las metí bajo las mangas estiradas
del sacón.
Sólo volví a sacar una sola,
para tocar el árbol de la esquina
como si fuera un hermano nocturno
e impasible.
B.B., 06/08/2002. Palabras asediadas (2001/2003)- inedito.

VIEJOS CONOCIDOS QUE DESCONOZCO
Hay especies extinguidas
que acampan en la puerta
de zaguanes de calles que visito poco.
A veces, sin querer, por allí
aparezco como en la orilla de otros días
rozando el aura ajada de una luz antigua
que baña a hombres y mujeres
que ya no sé quienes eran, que buscaban
en sus vidas que pasaron, que encontraron.
Allí están, sin embargo, pisando con fuerza
las baldosas por el frío.
Algunos silban tangos, reunidos por la brisa
y se alejan de allí cuando me voy
acompañándome hasta el final de la cuadra.
B.B., 14/08/2002. Palabras asediadas.

EN LA LENGUA, ESE PARAMO
Hablo en la boca con otra lengua
en la que mi lengua se enreda
palatal o nasal, acepto la fonética
del destino, los sonidos oscuros
como si fuera la caverna platónica,
pero sin cuerpo, sin manos.
Alguien contiguo a mí en ese
pequeño departamento
desfigura las figuras del amor
en el abandono de la saliva.
El castigo es amanecer
con la memoria reseca
y sin addenda
como corresponde a la categoría
de un ser único.
B.B., 19/08/2002. Palabras asediadas.

DESMEMORIA
A Paco Urondo
La isoca en el trigal, o algo así,
alguna plaga en las cabezas
del país trigal, moviéndolas,
las cabezas, de un lado a otro,
como si algo se moviera, como si pensaran
algo y vos buscando entre los viejos
rejuveneciéndolos en la revoluciones,
pasado de revoluciones
antes de empezar.
Tus pasos de samurai
cuando ya no hubo joda
cuando les dijiste que nunca la hubo.
Ahora, que tristeza
nos disponemos a olvidar,
justamente nosotros,
bañados de oscuridad
y luz de ausencia,
justamente ahora y con un hilo de voz
no mas ancho que el filo de un cuchillo.
B.B., 16/07/2003. Palabras asediadas.



BIOGRAFIA
La mandíbula del pánico, en un gesto
cedido al peor de los enemigos,
ese más bueno que vos
que se ha quedado tocando
con un dedo en tu memoria
la frontera sin remedio
en el rincón de una plaza
de provincia,
existe en el negativo de tu visión
pero desconoces lo que debes
a esa perdida
Huellas no faltan, como en senderos
ablandados por la lluvia.
El pentimento borrado
Descorrió cielos diáfanos
y brinda ya la oscuridad que nos pertenece.
El tiempo se ha cumplido
pero en un país demasiado cruel
para aquellas figuras y aquellas voces.
B.B., 29/01/2004. Palabras asediadas.

SAN REMO HUIDO
Estás quieto y el suelo se mueve bajo los pies
sientes crecer la hierba que se marchitó hace tiempo.
Escuchas viejas canciones prendi cuesta mano zingara
al modo mío dices, pero
¿cuál es ese modo de musicar la cabeza
con la frase de una boca muda?
Te vas de las cosas pisando
la semilla perdida del nonato,
cielo de las músicas
y mar de las distancias.
Nada en su lugar,
salvo el dolor.
B.B., 01/08/2003. Selección poética 2001/2005 – inedito.

LLAMADA AL AUSENTE
Eras el espía que se desvanece entre las sombras
saqueado ya el secreto del siglo
dejas paso al ventrílocuo
que aceza con una voz sin raíces
el vacío del tiempo
y despoja a la vida de su resplandor.
Las traslúcidas presencias de la ciudad
arañan los sueños, los apagan,
entre cortinas ajadas de escalofríos.
Suena un timbre en el fondo de los años,
interminablemente,
en un país que sobrevive.
B.B., 16/03/2001. Selección poética 2001/2005

¿Qué hace la poesía?

¿Qué hace la poesía en esta amena reunión
donde se habla de crisis o dichas y desdichas
cotidianas?
¿Qué hace el poeta, ese hombre mas o menos
menor, donde algo no esta en su lugar
para que digan bueno, él es así, pero adorna
unos momentos la charla antes de pasar
a lo que importa?
¿qué hace cuando gira su cabeza
y pareciera que mira llover a su espalda?
La primavera cuando es su tiempo
también deambula como una mariposa
por su boca, pero
¿qué va a decir por lo no dicho?
Los brillantes invitados lo escuchan
cuando quieren obsequiarse
la breve alegría que su incoherencia habilita
pero hay un tiempo, una leve frontera
que deberán reconocer
porque su mundo no debe desbordar
de su cabeza, ese alhajero
que todos parecieran conocer
como si durmieran con él,
abierto en la mesa de luz
y recibiendo la mañana.
B.B., 27/02/05. Selección poética 2001/2005.

ESTADO DE COSAS
Me refugio en la desnudez como si fuera
el buen salvaje de Rousseau que no soy:
pero hay que tener en cuenta que la filosofía
es ardua y el sudor precede a su rigor mortis.
Está la ciencia y sus amaneceres que anochecen
por lo general antes de tiempo,
con su vena matemática que solo aporta indiferencia.
A la literatura la corroe la desdicha
si pasamos al sillón al patio derruido.
Y la poesía, bueno, la poesía se escribe... ...
a veces.
B.B.,11/03/05. Selección poetica 2001/2005.

CIRCO CRIOLLO
Ese matrerismo del no ser
donde la risa no cabe,
donde reímos a pesar de todo,
porque disfrazados de lagrimas
no podemos llorar,
ni sabemos donde ir
con la mandíbula embarrada de tiempo,
bajo el repertorio falaz de la fiesta.
Disfrazado de que sin carnaval, entonces,
podríamos tenernos en pie
en la orilla sombría del país,
o envolver el nervio acalambrado
con la mueca de otras galas,
mordisqueando el césped
como un trovador que recibe el maravedí
de la señora del balcón.
Pero ya han abandonado las nutrias
sus cuevas inundadas por la crecida
y nos hemos ido con ellas a las radas
de ese embarcadero derrumbado
que nos pronosticaron.
El que entra y el que sale
nos amordaza el deseo a los riñones
de animales peludos;
dionisos retobados, orinamos los arboles
de los padrastros de la patria
con las inferencias de una lógica perdida.
La tormenta nos impide repostar en la ingle perfumada
de las colombianas, con saudades de fauno,
pero a cambio, acometemos las tareas del payaso,
sin dones de terciopelo,
envueltos en camisas de papel maché.
Nos llega el rumor de la voz de seda del marqués
que detrás de la cortina
nos pide un esfuerzo más.
Y la sombra de su augusta cabellera
se orea en el serrín de las circadas.
No hay nubes en la carpa
pero el cielo negrea las bragas del espíritu
y su frío vuelve a la boca transformado en risa.
Reímos y reímos dando la espalda a las hienas,
animando el cambalache en la vidriera.
El publico hace rato que abandono la arena
en silencio.
B.B., 23/06/05. Selección poética 2001/2005


(Texto y seleccion publicado en la revista La Posicion)

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